Hoy la lluvia no cesa en tus ojos,
un suspiro que escapa dice tu nombre
como un río interminable de sollozos
saludan la dureza de tu pecho que no se ablanda
como una piedra inmutable golpeada por las olas
golpeando un ruego en tu pecho acorazado
como un buque destrozando el mar calmo con su paso,
en las noches invernales con este viento que duele
no me dejan dormir mis dolientes recuerdos de tu nombre