“no hay nada peor para los mortales que andar errantes por el mundo…”
“he abrazado la nobleza viril de mi hijo”
“me alegra saber que he de morir lejos del mar o por su causa porque lo detesto y la más dulce de las muertes no podrá sin duda mitigar este odio”
“no soy sable ni lanza soy la red o la muerte inopinada que viaja en la saeta no desgarro ni trituro sino que envuelvo sujeto y asfixio descubrí un secreto moral que los hombres no me han perdonado ni quizá me perdonen jamás no hay arma tan aniquiladora como la red de palabras como la urdimbre razonable que penetra todas las corazas y desvía la amenaza de los más fuertes brazos ya el mundo antiguo es imposible y todos me culpan de ello sólo porque me he adaptado demasiado bien al bífido manejo de las encrucijadas verbales no tengo remordimientos ni apenas orgullo es Atenea quien siempre ha puesto su mano de luz sobre mi cabeza”