Sobre hermosas parcelas
Verdes y plagadas de flores,
El ruido de los rodillos giratorios,
las cintas sosteniendo
tu lecho permanente.
Mezclados con las llovizna
un olor de tierra húmeda.
De pronto…
Una agua inesperada,
Llega a los labios
mi lengua lo sorbe...
Una agua inesperada,
Tibia de sabor salado
Corta mi garganta
Como afilada navaja con dientes
Se incrusta en mi pecho.
Unas rocas quiebran mis dientes
Que caen sangrantes en pedazos
Sobre los escombros de mi alma.
Desplomado sobre la parcela 53
Dejo mis flores perfumadas
Mientras repito…
una y mil veces la misma frase
¡Dios sabe cuanto te amo!