Llego, dejo las llaves
Camino en la casa, no me detengo…
Miro en nuestra habitación
Allí están las sabanas que cubren
el molde de tu cuerpo, tu ausencia,
el recuerdo de tu perfume en la almohada,
tus ganas locas de cantarme a la mañana.
Me siento en la punta
de esta cama, que ahora es inmensa
entra el viento desde la ventana,
pero ya no debo ir rápido a cerrarla
puedo romper la regla de comer en la cama...
de dormir con medias, de tener la cabeza mojada
antes de irme...
me acercó a la mesa de luz y pongo el despertador
a la hora que siempre nos despertábamos
y retomo mi caminar en la casa.