Me acuerdo el dia en que te lo dije que eras un manantial en mi vida y me regalaste media sonrisa mezquina mientras tomabas el tranvia ahora cuando regresas a casa somos dos extraños en la mesa,en ese mantel floreado que nunca me gusto, aqui estamos, haciendo ribetes con la servilleta para dejar paso al silencio y evitar las palabras hirientes.. tus vacilaciones me quitan el apetito tus titubeos me hacen sentir desprotegido, y tu indecision sofoca y ahoga nuestro amor....